Como es de público conocimiento ayer a la noche un camión que circulaba por el puente Mitre de Zárate- Brazo Largo, provincia de Entre Ríos, rompió la baranda de protección del puente y quedó suspendido con la mitad del rodado mirando al vacío, a unos 30 metros de altura. El conductor del camión sólo presentaba lesiones menores, cuando lo rescataron.
El siniestro ocurrió apenas un día después de que otro camionero cayera con su vehículo desde el mismo puente.
Gendarmería Nacional sigue investigando cuáles fueron las causas que llevaron a que el camión que transportaba mercaderías se precipitara al vacío. Las mismas pesquisas intentan llegar a una explicación del porqué de los últimos siniestros de similares características ocurridos en el mismo tramo de esa ruta.
Las causas que intervienen en los choques
Según datos relevados por CESVI Argentina sobre las reconstrucciones de siniestros viales graves, el 87% de los choques fueron causados por errores humanos. Es decir, casi 9 de cada 10 siniestros ocurren por negligencia, distracción, cansancio o incumplimiento de las normas de tránsito, tanto de los conductores como del resto de los actores viales.
Asimismo, el factor “infraestructura vial y clima” concentra el 11% de los choques y el 2% restante es originado por el factor “vehículo”. El mal estado de las rutas, las lluvias intensas, vientos fuertes o niebla extrema son factores de riesgo que pueden generar un choque.
Factor Humano
Entre las fallas humanas más comunes, las distracciones y el cansancio concentran el 18% de los siniestros viales. La velocidad o distancia de seguimiento inadecuada, presenta el 11%, mientras que las maniobras abruptas y el no respeto a las señalizaciones o prioridad de paso, el 10% y 8%, respectivamente. La invasión de carril sigue liderando este ranking, con el 38% del total de siniestros relevados por CESVI.
Cansancio y conducción
El sueño y el cansancio son dos causas fundamentales para que se produzcan distracciones al volante. El cansancio suele producirse en los viajes largos y monótonos, cuando se desarrollan velocidades constantes sin condiciones cambiantes. El conductor se duerme y se despierta bruscamente; algo que no dura más de un par de segundos pero que puede ser fatal.
“Bastan un par de segundos para que un conductor pierda la trayectoria en la ruta y realice una maniobra imprevista o choque contra otro vehículo. Un carril mide 3,50 metros de ancho y un camión promedio mide 2,40 metros, por lo que el margen para estar dentro de un carril es mínimo. Por eso la distracción producida por el cansancio o el sueño tiene una incidencia muy importante en los siniestros, especialmente en salidas imprevistas de la ruta” expresó Gustavo Brambati, Subgerente de Seguridad Vial de CESVI Argentina. Y agregó: “el conductor que está cansado percibe todo más cerca. Tiene una visión más cercana a la línea del paragolpes y muy poca reacción para evitar el choque. Lo más conveniente es no manejar en esas condiciones. Sin embargo, muchas personas piensan que lo pueden hacer igual o se dejan llevar por las exigencias laborales. Hacen oídos sordos a los síntomas de cansancio que el cuerpo les da”.
Factor Infraestructura Vial
Las rutas nacionales concentran el 51% de los choques. Las rutas provinciales un 25%, las autopistas el 9%, las avenidas y calles, 8% y 7%, respectivamente.
Participación de las provincias en los siniestros viales
El 42,9% de los choques graves relevados por CESVI Argentina se concentraron en Buenos Aires. El top five lo completan las provincias de Santa Fe (14,4%), Córdoba (10,5%), Entre Ríos (4,7%) y Río Negro (3,1%).
Barreras de contención - Un límite para el riesgo
Las defensas o muros de protección que generalmente vemos en las rutas, autopistas o arterias de media velocidad son efectivas para la mayoría de las situaciones de riesgo, aunque su óptima funcionalidad depende de la velocidad, el ángulo de impacto, el mantenimiento y el tipo de vehículo que lo impacte.
Su función principal es la de proteger a los ocupantes de un vehículo que haya perdido el control, deteniéndolo antes de que colisione contra un objeto más rígido, que desbarranque o que salga despedido de la traza por la que circulaba. Por eso solemos ver a estos elementos de protección en los puentes o zonas específicas (urbanas, lagunas a la vera del camino, entradas a establecimientos, entre otros), en los separadores de las manos de las autopistas, rodeando a las columnas de un puente, y en el lado externo de las curvas con cierto ángulo de peligrosidad.
En Argentina, existen tres grupos: Flex Beam (o comúnmente conocido como GuardRail), Box Beam y New Jersey. Cada una de estas barreras de contención es utilizada en diferentes sectores de las rutas o autopistas y tienen una característica especial.
Cualquiera de los tres tipos de barreras de contención que mencionamos oficiarán en el tránsito como componentes atenuantes de choques graves, y cumplirá con su función siempre y cuando se establezcan los parámetros lógicos con los que fueron construidos. Un Flex Beam, por ejemplo, soportará un impacto no mayor a 100 km/h y con un ángulo de hasta 20º. Si alguna de estas marcas se ven superadas, es posible que tanto la estructura como los soportes no cumplan su cometido.
“Es necesario respetar siempre las velocidades máximas establecidas en las vías por las que transitamos. A su vez, los concesionarios de estas vías deberán cumplir sus obligaciones, puesto que una parte muy importante también para que las defensas tengan un buen desempeño es el mantenimiento de las mismas.” remarcó Gustavo Brambati. La corrosión o la falta de ciertas piezas debilitan a las barreras y ante un siniestro, seguramente, se magnificarán las consecuencias por no encontrarse en un óptimo estado. Entonces, la revisión periódica de los flejes, sus tornillos y las palestras de sujeción ayudarán a un favorable funcionamiento.
Otro punto a tener en cuenta será la ubicación de las barreras, debido a que tienen que respetar medidas de aproximación con los elementos o situaciones de las que deben prevenir. Por otro lado, en rutas con alto tránsito de camiones se debería proveer de barreras específicas que contemplen el impacto de este tipo de vehículos.
Factor Vehículo
Los autos concentran el 44,3% de los choques, seguidos por los camiones (28,7%), las pick-up (12,1%) y las motos (5%).
En 2010, los camiones participaron en el 18,1% de los siniestros que presentaron víctimas fatales.
+ de CESVI ARGENTINA: www.cesvi.com.ar
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