20 marzo 2007

EL FORD A (casi un octogenario)

(Gentileza Presidencia Cafa Sr. Héctor Collarte)

Mi primer auto fue un Ford A, el cual todavía conservo y utilizo en algunas ocasiones.
El automóvil popular por excelencia fue el Ford T, porque dio la posibilidad a mucha gente de tener su propio auto. A principios del siglo XX, Ford fabricó un auto en serie muy simple y de esta manera logró vender más de 15 millones de unidades a lo largo de 18 años, hasta que debió renovar el legendario Ford T dada la diferencia que se originó con los demás automóviles de la época.
El 2 de Diciembre de 1927 nace el Ford A (recuerdo lo del 2 de Diciembre porque es la fecha de mi cumpleaños) A diferencia del T tenía caja de 3 velocidades con palanca de cambios (en lugar de 2 velocidades y pedales), frenos en las 4 ruedas, amortiguadores hidráulicos, cubiertas más anchas y un poquito más de velocidad entre otras cosas. Asimismo, comparado con otras marcas de la época, seguía siendo mucho más austero.
Con los años esa sencillez le fue dando condiciones de supervivencia, porque se rompía poco y se reciclaba fácilmente. Tenía detalles como el medidor de nafta que era un flotante con un visor de total simpleza, un avance manual de encendido llamado “bigote” totalmente mecánico, un distribuidor sin cables a las bujías, con simples chapitas, la nafta bajaba al carburador por nivel (sin bomba de nafta), entre otros detalles, características que durante la falta de autos que tuvimos en la Argentina, lo hicieron apetecible para su uso cotidiano.
En los años 60 aproximadamente en la Argentina, comienza una nueva etapa automotriz. Vienen fábricas de Estados Unidos y de Europa. Hasta mediados de esa época, el A seguía siendo un automóvil para andar y las chatitas muy buscadas para un pequeño reparto u otras actividades comerciales. El verdadero reemplazo del Ford A se da con la aparición del Citroen 3 CV, lo que generó una gran cantidad de 2 CV usados para la venta a un precio muy por debajo que los demás autos. Sumado a esto la economía de combustible y simplicidad del 2 CV, el Ford A fue sustituido rápidamente como automóvil práctico. En poco tiempo pasó a perder valor de mercado y a ser enviado a los chatarreríos como fierro viejo, o simplemente quedaron abandonados.
Es en ese momento cuando algunos jóvenes comienzan a comprarlo dado su bajo precio, generando una moda. Recuerdo en Luján el de Rubén Hernández (colores verde y crema), el de “Porki” Gómez, la cupecita de Oscar Villanova, la de Horacio García, el Ford A de Ruth Monjardín, el intrépido petiso Polverini, Abel Rossini (quien todavía lo conserva), Jorge Polizzo, el “Chelo” Camerano y muchos más entre los cuales me incluyo.
Recuerdo también el viaje a Bariloche que hizo “Fleco” Gorriarán, los viajes por todo el país de un muchacho de Jáuregui de apellido Giop.
Los repuestos para Ford A se conseguían en todos lados, nuevos porque se seguían fabricando y usados en los desarmaderos. Todo esto prolongó la historia de este autito hasta estos días, donde la pasión por el Ford A es mundial porque en el mundo se fabrican repuestos y se forman Agrupaciones y Clubes que los vuelven a la vida, partiendo de autos incompletos.




En la Argentina hay un Club de Ford A (CAFA) Club Amigos del Ford A fundado hace casi 6 años que eligió a los pocos meses nuestra Ciudad de Luján para realizar sus Encuentros Anuales, (segundo o tercer fin de semana de noviembre) primero fueron Nacionales, después Internacionales del Ford A., pero ya llevan realizados Cinco Encuentros Ininterrumpidos.-
Este club, (único en Argentina monomarca Ford A) en colaboración conjunta con Ford Motor de Argentina y Destilerías Repsol YPF de La Plata festejarán este año los 80 años del lanzamiento al mercado mundial de éste modelo.
Los repuestos se venden por Internet y hay una casa especializada donde se consigue hasta la más insignificante piecita que trajo el auto de origen. Independientemente del censo efectuado por CAFA en el año 2005/06 (donde tienen emplanilladas casi 1.500 unidades) le pregunté a Miguel Rivas, dueño de OLD CAR, cuántos clientes tenía con Ford A, y la cifra realmente me sorprendió.
En la Argentina subsisten hoy alrededor de 3.000 Ford A de los casi 46.000 ensamblados entre los años 1928 al 1931, y creo que solamente en Luján debe haber más de 20 perfectamente restaurados.
Todo este comentario que les hago surgió en mi pensamiento mientras manejaba mi viejo compañero de más de 30 años.
Llevarlo, mover los comandos, disfrutar su sonido y ver el mundo en cámara lenta es sentirse como en la época en que lo fabricaron.

Pancho Rampazzi

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